Señor Doctor Francisco José Tamayo Patiño Medellín
Señor profesor:
Cordial saludo. En las vacaciones de diciembre revisé su artículo acerca de las “Circunstancias de agravación punitiva en el derecho penal colombiano. Aproximaciones a una fundamentación”. Y como no tengo más que una palabra, me pareció un artículo serio, excelentemente documentado, y bien hilvanado.
Me hizo usted acordar –los recuerdos son todo–, que en mi condición de magistrado de la Sala Penal de Casación desde que llegué (1989), hasta que me fui (2005), salvé mi voto, incontables veces, al entender que no pueden ni deben deducirse en el acto de la sentencia sino en el pliego de cargos. Alegué la violación al derecho de defensa. Muy útil habría sido que usted hubiera examinado el asunto cuyos argumentos y proposiciones se encuentran en mi libro “La otra cara de la jurisprudencia penal” (Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez, Bogotá, 2004), patrocinado por la Universidad Autónoma, aquí en Bogotá.
Espero que las lea y las examine con todo el rigor jurídico.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSeñor Doctor
ResponderEliminarFrancisco José Tamayo Patiño
Medellín
Señor profesor:
Cordial saludo. En las vacaciones de diciembre revisé su artículo acerca de las “Circunstancias de agravación punitiva en el derecho penal colombiano. Aproximaciones a una fundamentación”. Y como no tengo más que una palabra, me pareció un artículo serio, excelentemente documentado, y bien hilvanado.
Me hizo usted acordar –los recuerdos son todo–, que en mi condición de magistrado de la Sala Penal de Casación desde que llegué (1989), hasta que me fui (2005), salvé mi voto, incontables veces, al entender que no pueden ni deben deducirse en el acto de la sentencia sino en el pliego de cargos. Alegué la violación al derecho de defensa. Muy útil habría sido que usted hubiera examinado el asunto cuyos argumentos y proposiciones se encuentran en mi libro “La otra cara de la jurisprudencia penal” (Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez, Bogotá, 2004), patrocinado por la Universidad Autónoma, aquí en Bogotá.
Espero que las lea y las examine con todo el rigor jurídico.
Cordialmente,
Jorge Enrique Valencia M.